Personalmente, he creado unos patrones que suelo seguir a la hora de realizar mis consultas.
En primer lugar, me relajo durante unos minutos y dejo la mente en blanco, liberándola de cualquier problema y cualquier preocupación. Después esto, mi intuición me hablará más claramente.
Mientras hago esto, las cartas estarán sobre un paño que siempre las acompaña, a su derecha las ilumina una vela blanca que enciendo en cada consulta, en las que también suelo usar una piedra de amatista que colocaré a la izquierda del mazo.
A continuación procedo a barajar las cartas y a preguntarles.
Por último, extiendo las cartas sobre la tela siguiendo los modelos de las tiradas que desee usar.
Todo esto, seguido de mi intuición es lo que necesito para interrogar a la sabiduría del tarot.
Para trabajar, normalmente dispongo del mazo de 78 cartas del Tarot Rider Waite. También tengo el Tarot de Marsella.
En algunas ocasiones suelo usar las runas, y el péndulo para perfilar algunas preguntas.